SINDROME DE BURNOUT
Para el trabajador: suicidio,
depresión, aislamiento, infartos, accidentes
cerebrovasculares, somatizaciones, sensación de
frustración, desconcentración, bajo uso de su
potencialidad, abandono de la profesión o del trabajo,
licencias prolongadas.
Para el paciente: relación
médico paciente frustrante, ineficaz y potencialmente
dañosa.
Para la empresa:
improductividad.
Socialmente: fuerte desconfianza y
choques con los efectores de la empresa.
Otras aspectos: Una
aspiración laboral poco realística y expectativas
que condenan a la frustración son frecuentes. La
personalidad proclive al burnout es aquella que mantiene el
esfuerzo con gran intensidad hasta que se estrella contra la
realidad.
b) Falta de criterio y de método
para medir el éxito. El profesional siente injusticia
por la forma en que se lo evalúa o simplemente cuando no
se lo evalúa.
c) Baja retribución en
relación al nivel de instrucción, capacidad y
responsabilidad
d) No existencia de posibilidad de
carrera en su área de competencia
e) Masculinidad: es mayor la
incidencia en sujetos de sexo masculino
f) Falta de soporte institucional:
en forma aislada o en concurrencia con lo expresado en el punto
a), es un elemento determinante en la causalidad y también
desencadenante del síndrome.
g) Uso irracional de los recursos:
el desempeño de tareas de riesgo con insuficientes
recursos o provistos anacrónicamente es otra de las causas
que confluyen con el punto a)
h) Incomprensión
institucional: el desconocimiento de las instituciones de
éste síndrome o su conocimiento y deliberada
ignorancia en su aplicación acelera notablemente la
progresión del mismo.
i) A mayor capacitación, riesgo y
responsabilidad, tanto mayor será la posibilidad de
desarrollar el síndrome.
Posteriormente otros autores, como Maslasch
y Jackson, entienden que está configurado como un
síndrome tridimensional caracterizado por
agotamiento emocional despersonalización y reducida
realización personal.
- El agotamiento emocional y
físico se caracteriza por una ausencia o falta de
energía, entusiasmo y un sentimiento de escasez de
recursos. A estos sentimientos pueden sumarse los de
frustración y tensión en los trabajadores que se
dan cuenta que ya no tienen condiciones de gastar más
energía.
- La despersonalización o
deshumanización se caracteriza por tratar a los
clientes, compañeros y la organización como
objetos. Los trabajadores pueden demostrar insensibilidad
emocional, un estado psíquico en que prevalece el cinismo
o la disimulación afectiva, la crítica exacerbada
de todo su ambiente y de todos los demás.
- La disminución de la
realización personal en el trabajo que se caracteriza
como una tendencia del trabajador a autoevaluarse de forma
negativa. Las personas se sienten infelices consigo mismas,
insatisfechas con su desarrollo profesional, experimentan una
declinación en el sentimiento de competencia y de
éxito en su trabajo y en su capacidad de interactuar con
las personas.
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